La entrada del hotel se llenó de personas indignadas que cuestionaban la monarquía
A final de marzo, en plena expansión del COVID-19, el rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, se marchaba de su país con su comitiva, incluidas 20 de sus concubinas, para pasar la pandemia en un lujoso hotel de los Alpes en Alemania. Desde entonces, el monarca se halla en el Grand Hotel Sonnenbichi, de Garmisch-Partenkirchen, mientras tanto el gobierno de su país trata de gestionar esta crisis sin precedentes.
Según la información apuntada por el diario alemán Bild, Rama X lo alquiló y clausuró para pasar el confinamiento junto a su séquito. Esta información produjo una gran ola de irritación en el país y muchos tailandeses se arriesgaron a recibir multas, e incluso penas de prisión, por criticar a su rey.
Quince días después el rey volvió a Tailandia para celebrar el tradicional día de Chakri, pero 48 horas después de la celebración puso rumbo de nuevo a su hogar provisional de Europa.
Pero todo ha cambiado desde la madrugada del día 6 al 7 de mayo, cuando la entrada principal del parador,( el único que ha permanecido abierto solo para hospedar al rey tailandés y sus concubinas), se colapsó de personas indignadas que manifestaban la falta de empatía con su pueblo en estos duros momentos, que estaba realizando su rey.
Encabezados por activistas tailandeses y alemanes, los protestantes se preguntaban “por qué Tailandia necesita un rey que vive en Alemania”, un tema que tardó muy poco en hacerse viral bajo el hastag #¿paraquénecesitamosunrey?.
Los activistas y manifestantes, no han debido resultarle agradable al rey Rama X, ya que en su país, se les considera casi un semidiós y realizar tamaño atrevimiento con el depravado monarca ha debido causar en él al menos inquietud, acostumbrado como está a que sus súbditos, incluida la reina, repten en el suelo cuando le hagan entrega de ofrendas, y regalos.