Si le suena a cuenta atrás, es que no es adolescente y mayor de 30 años
En estos tiempos convulsos, TikTok se ha convertido en la nueva plataforma de entretenimiento en las redes sociales de la generación Z; solo en estos días el “hasthag” #coronavirus contabiliza más de 15.000 millones de visualizaciones y ya antes de la crisis sanitaria sus métricas eran apabullantes.
Sus más de 800 millones de usuarios han convertido a su Startup nodriza, ByteDance, en la mejor valorada del sector (75.000 millones en la última ronda de financiación). Igualmente, su fundador, el chino Zhang Yiming, ganó 12 mil millones de dólares en 2018.
Hijo de funcionarios, este treinteañero, estudió microelectrónica e ingeniería de “sotware”, se casó con su novia de la universidad, no tiene hijos y su iniciación menos mitológica, pero igual de fructífera que el famoso garaje norteamericano: inició su carrera en una agencia de reservas de viaje online que lo contrató como informático.
En el segundo año en la empresa ya coordinaba a 40 ingenieros, y allí comenzó a desarrollar su olfato comercial y que más tarde afinó en Microsoft, lo que le llevó en 2012 a dar su salto en solitario y montar una aplicación denominada Toutiao que utiliza la inteligencia artificial para ofrecer una selección personalizada de noticias y que no contó con ayudas de las tecnológicas chinas, que no la consideraron rentable como proyecto.
Cuatro años más tarde, su ojo clínico para leer los tiempos detectó que los vídeos cortos, muy populares en China, podían brindar una fabulosa oportunidad de negocio. Los textos y fotos han evolucionado hacia los vídeos cortos, y este convencimiento fue el motor de la aplicación Douyin y al año siguiente, la compra por mil millones de dólares de Musical.ly y de la que nació la infecciosa TikTok.
Sus 750 millones de descargas en 2019 (más que Facebook, Instagram, Youtube y Snapchat) la han convertido en una ingente máquina expendedora de memes, clips y microestrellas que son un gran plato para las marcas.