Los manglares son un elemento clave para la lucha contra el cambio climático y consciente de ello Costa Rica ha colocado la protección y recuperación de estos ecosistemas como punto prioritario de sus políticas y compromisos internacionales basado en una visión conjunta que involucra a comunidades y organizaciones no gubernamentales.
La directora ejecutiva de la organización Conservación Internacional en Costa Rica, Ana Gloria Guzmán, indicó a Efe que el Gobierno de este país “ha sido visionario en generar alianzas con las comunidades” para el cuido de los manglares, lo que se demuestra con la inclusión en los protocolos de restauración de manglares.
Estos protocolos establecen que “el vínculo debe ser muy fuerte con las comunidades para que los esfuerzos sean sostenibles en el tiempo”, dijo.
“Estamos tratando de desarrollar una visión de gestión conjunta de estos ecosistemas porque las áreas de conservación tienen personal limitado y las comunidades pueden desarrollar actividades productivas que no son dañinas vinculadas a estos ecosistemas”, afirmó Guzmán.
Costa Rica quiere proteger todos sus humedales para 2025
En sus compromisos internacionales conocidos como Contribución Nacionalmente Determinada (NDC, por sus siglas en inglés), Costa Rica ha establecido como meta al 2025 proteger el 100 % de los humedales que tiene registrados en el inventario nacional, incluyendo 22.000 hectáreas de manglar.
Además, ha establecido como prioridad la restauración de los humedales, el desarrollo de planes de manejo y monitoreo en conjunto con las comunidades, y la exploración de mecanismos innovadores de financiamiento para la protección de estos ecosistemas.
Organizaciones como Conservación Internacional (CI) y The Pew Charitable Trusts han aplaudido el compromiso de Costa Rica con la protección de los humedales basada en la ciencia, así como su liderazgo mundial en políticas ambientales.
Expansión de la frontera agrícola y acuícola
“Desde el Programa Nacional de Humedales del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) se ha venido trabajando con una visión más integrada con enlaces en todas las áreas de conservación para hacer una valoración de los ecosistemas. El Gobierno también lideró proyectos para hacer un inventario” de los manglares, comentó Guzmán.
La directora ejecutiva de CI reconoció que la expansión de la frontera agrícola y acuícola ha sido una amenaza para los manglares, pero enfatizó en que las comunidades costeras son una parte importante para la protección de esos ecosistemas.
Proyectos que desarrollan organizaciones como CI en conjunto con Pew no solo se basan en la ciencia sino que apoyan la restauración, recuperación y protección de los manglares, que también involucran a las comunidades por medio de capacitación y entrenamiento en la búsqueda de la producción sostenible, así como otras formas de generar ingresos, como por ejemplo el turismo.
Para Guzmán, es importante de Costa Rica replique en los ecosistemas marinos costeros el programa de Pagos por Servicios Ambientales, el cual brinda apoyo económico a las personas que protegen el bosque y se amplifique a otros ecosistemas y servicios.
Financiación de proyectos sostenibles
Eso sí, dijo, hay que buscar formas de financiación más innovadoras y acorde con la visión de descarbonización del país, pues en la actualidad el programa adquiere fondos provenientes del impuesto a los combustibles.
Guzmán explicó que los manglares fijan hasta 10 veces más carbono que un bosque tropical, por lo que si se restaura o se recupera un manglar, habrá un impacto muy significativo.
“Lo que estamos haciendo ahorita es que con la ciencia, el inventario nacional de gases de efecto invernadero puede empezar a diferenciar el beneficio de los manglares, del suelo de los manglares, y eso le va a traer un potencial más significativo al país sobre las emisiones evitadas“, aseveró.
Guzmán afirmó que “queda mucho por hacer”, como por ejemplo consolidar una estrategia de carbono azul, pero destacó los avances que ha venido teniendo Costa Rica en el reconocimiento de la importancia de los ecosistemas costeros para la acción climática y que le colocan a la vanguardia internacional.
Costa Rica, un pequeño país centroamericano de 5,1 millones de habitantes, protege casi una tercera parte de su territorio y alberga entre un 5 % y un 6 % de la biodiversidad mundial.