El precursor de este hallazgo fue el arqueólogo británico Howard Carter
Descubrió en 1922 en el Valle de los Reyes (Luxor) una pequeña tumba que resultó ser la de un niño, Tutankamón, el faraón niño, uno de los últimos cabecillas de la XVIII Dinastía. También las autoridades se encuentran con la labor de recuperar el sarcófago dorado de madera, bastante agrietado. El féretro será sin duda uno de los tesoros del Gran Museo Egipcio que se inaugurará en 2020.
El hecho de que su cámara fuese el primer enterramiento de un faraón descubierto intacto y a salvo de saqueadores de tumbas. Con gran cantidad de objetos de oro, cerámica, muebles tallados e incluso carros de guerra, ha propiciado la resolución de un misterio: han descubierto en una sección del Valle de los Reyes, que se denomina a su vez “Valle de los Monos” una especie de construcciones donde se tallaban las máscaras y muebles funerarios e incluso las inscripciones de los jeroglíficos.
Las excavaciones han datado sobre treinta talleres y otras edificaciones del periodo de la XVIII Dinastía, que incluyó los reinados de Akenatón y su hijo Tutankamón. La zona compuesta de casas para almacenar cajas funerarias y restos de cerámicas. Este área industrial tuvo un tanque para almacenar agua que habría sido usado como aljibe.
Han sacado a la luz un anillo de escarabajos, cientos de cuentas incrustadas y objetos dorados para decorar ataúdes reales. Hasta ahora solo se descubrían tumbas reales. Esta es la primera vez que encontramos el área de los obreros que construían los sarcófagos. Cuando comparamos lo descubierto aquí con el cofre de Tutankamón vemos una fotocopia.
También se ha descubierto una tumba que escondía herramientas utilizadas para construir las propias cámaras mortuorias y restos de materiales utilizados para embalsamar. Según algunos arqueólogos, este enterramiento pudiera ser una tumba real del Valle de los Reyes, por los vestigios de cerámica desenterrada en el lugar.