Los casi imposibles “pasos” del extraordinario triple-doble salto la consagran como única
En el Mundial de Gimnasia Artística celebrado en Stuttgart, Alemania, la gimnasta norteamericana ya sorprendió rompiendo el récord de medallas que gana una mujer, según el artículo publicado por BBC.
El jueves había expectación por si Simone Biles intentaba realizar un salto más literal: su “triple doble” en la final de individuales femeninas. No lo consiguió, pero esta circunstancia no le impidió conseguir la medalla de oro, que supuso un nuevo récord alcanzando el 5º título mundial absoluto y su 22ª medalla en unos mundiales (la 16ª de oro), quedando a una medalla de igualar a una leyenda de la gimnasia masculina como Vitaly Scherbo.
Biles logró realizar el triple doble en agosto en el Campeonato de EE UU. Cuando lo repitió en la fase de clasificación del Mundial, el movimiento fue denominado “Biles II”.
Segundos después de comenzar su rutina en el piso, Simone adquiere velocidad con una carrera antes de lanzarse en un salto mortal. En ese momento, utiliza el aterrizaje de ese salto como impulso para iniciar el “Biles II.
Con la cantidad de energía que reúne con esto, al elevarse en el aire comienza a girar su cuerpo en dirección opuesta a las agujas del reloj. A su vez comienza a voltearse, literalmente, de cabeza.
En el punto más alto de la vuelta, queda un instante de frente con la cabeza en alto, después de haber realizado una rotación vertical completa y una rotación y media horizontales. De aquí continúa las rotaciones, al tiempo que da una vuelta completa de cabeza más antes de aterrizar sobre el piso.
Lo importante es que debe aterrizar con ambos pies en la colchoneta sin traspiés ni caídas. El movimiento requiere una increíble elasticidad y potencia. Por esto nunca se había realizado con éxito hasta la llegada de Biles. Por todo esto Simone Biles además de buena gimnasta, es posiblemente la mejor de la historia.