Mohamed VI, persona de riesgo por su enfermedad está aislado entre sus palacios de Rabat y Casablanca
Al menos 128 militares de la Guardia Real y su sede central en el barrio rabatí de Menzah, son un foco de infección, cuando entre el 4 y 5 de mayo le hicieron los test. Se cree que otras 600 personas, gran parte de ellos militares han sido puestas en cuarentena hasta conocer los resultados de las pruebas. La noticia fue difundida por las publicaciones “Al Alam” y “Maghreb-Intelligence”, y como es habitual el Palacio Real ni confirmó ni desmintió la noticia.
La propagación del virus en el seno de la Guardia Real es motivo de preocupación por el monarca, ya que unido a su asma, el pasado 2018 fue operado de una arritmia cardíaca en la clínica Ambroise Paré de París.
Su primera reacción al conocer la noticia ha sido el cese fulminante del general Mimoun Mansouri, que pertenecía a este cuerpo desde hace 40 años, y le sustituye el general Abdelaziz Chatar. El cuerpo de casi 6.000 hombres juega un papel ceremonial, por que la protección del rey y su familia recae sobre otras unidades militares.
Mohamed VI, se encuentra aislado en un ala del palacio real y a diferencia de otros monarcas europeos, no se ha dirigido a su país, pero sí ha puesto en marcha un fondo de lucha contra el virus y sus consecuencias económicas, movilizando 3.200 millones de euros, una ingente cantidad para un país como Marruecos.
Las autoridades marroquíes adoptaron, desde el primer momento, medidas muy drásticas para impedir la propagación del COVID-19. Lograron mantenerla a raya a juzgar por el escaso número de infectados, 5.548 el pasado jueves dia 7 de mayo, fallecidos 183.
La propagación del virus entre la Guardia Real y también en la gran base militar de Ben Guerir, son dos reveses que no deslucen el éxito que hasta ahora han conseguido en su lucha contra el coronavirus.