El cálculo político del expresidente de la República Martín Torrijos Espino, hoy candidato por el Partido Popular (PP), parece que no fue debidamente meditado al punto que, el exjefe de gobierno (2004-2009) se mantiene solitario a menos de 20 días para que finalice el periodo de formalizar alianzas electorales.
Para muchos estrategas esto no supone un problema, y es que Torrijos, es conocido en los corrillos políticos como un gran negociador y estratega, incluso algunos analistas como el profesor Edwin Cabrera, aseguran que el hijo del General Omar Torrijos parte con un capital político importante de cara al próximo torneo electoral.
En este momento, sobre la figura de Martín Torrijos se hablan dos cosas; (1) que no ha tenido la capacidad de liderizar una coalición opositora como pretendía y (2) que parte con capital político y llevará consigo gran parte del voto PRD.
Pese a que estas dos afirmaciones pueden ser correctas, sobre el exmandatario pesa otra realidad, que incluso es más fuerte que su propio apellido, la bandera del PRD.
Si bien es cierto que, Torrijos divide el voto PRD, es un error pensar que concentrará todo o la mayoría del voto del partido de gobierno, algunos han dado por sentado que superará en votos a la figura del vicepresidente Carrizo; sin embargo, la realidad es que ambos candidatos, tanto Torrijos como Carrizo, apuntan al mismo sector del electorado: la masa votante del partido PRD.
Algo que demuestra la poca afinidad que tiene Torrijos con el voto de la oposición, son los estudios de opinión, que colocan a Torrijos con un techo de 8% de intención de voto, y esto lo único que confirma es que el voto de Torrijos realmente proviene en su gran mayoría de los simpatizantes del PRD.
Frente a esta realidad, la propia bandera del PRD en la papeleta que tendrán los votantes el 5 de mayo de 2024 conspira contra la aspiración de Martín Torrijos, ¿por qué?, por lo disciplinado que es el votante de este colectivo, por la afinidad histórica de muchos y por la propia marca PRD.
En el análisis del voto no se puede desconocer que existe una gran masa votante en la campiña que sea quien sea el candidato del PRD, votará por la bandera rojo, azul y blanco con el particular número 11 en el centro.
En adición, Carrizo se presentará en las elecciones de 2024 con no menos de que obtuvo en las primarias de su partido, es decir más de 200 mil votos, algo que representa aproximadamente el 10% de votos de los próximos comicios, considerando los votos válidos de la elección anterior.
En este punto, podemos inferir que la masa votante de las primarias PRD es producto de la movilización de los líderes locales, representantes, alcaldes y representantes; es decir, que el voto orgánico PRD está escondido y saldrá a votar en próximo 5 de mayo y no precisamente por la bandera del Partido Popular.
Así las cosas, lo que fue un gran símbolo para su padre, el 5 de mayo de 2024 podría convertirse en una gran pesadilla para Martín Torrijos.
Amanecerá y veremos.