Eugenio Galdón, el que fuera Jefe de Gabinete con Adolfo Suárez (primer presidente del gobierno de España cuando se instauró de nuevo la democracia), y fundador de la operadora telefónica ONO, vivió junto a su familia y dos guías albaneses, una situación de peligro.
Todo comenzó con la reserva en el restaurante Panorama, situado en el sur de Albania. La familia Galdón, accedió al restaurante y después de una larga espera decidieron abandonar el local sin degustar la comida que habían encargado debido al retraso en servirles. El propietario Mihal Kokedhima con muy malos modales intenta evitar que abandonen el local sin pagar la cuenta, como no lo consigue se sube al capó del auto destrozando el cristal delantero y subido a lo largo de tres kilómetros, golpeando el coche; desde el interior los guías le conminaban a que se apease antes de que apareciera la Policía, así mismo la familia Galdón grabó toda la secuencia que parece de película.
Kokedhima se dejó caer después del largo recorrido, con la mano ensangrentada. Al día siguiente, lo detuvo la Policía. según el diario digital Shqiptarja.com. El incidente ha tenido gran resonancia en el país, ya que el turismo es uno de sus sectores estratégicos.
El ministro de Turismo, Blendi Klosi, visitó a Galdón y sus familiares mientras que el primer ministro Edi Rama se disculpó por el comportamiento del hostelero, al que calificó de vergonzante para los albaneses.
Eugenio Galdón es actualmente presidente de Multitel, empresa dedicada a las comunicaciones y nuevas tecnologías que él fundó y que cuenta con participaciones entre otras muchas como la mexicana Consorcio Altán.
La familia fue atendida en todo momento por la Embajada de España, ha informado a Europa Press, a los españolesldestacan el apoyo prestado por las autoridades albanesas, Un ejemplo de ello fue la Policía albanesa que acercó a los españoles al hospital, para explorarlos y constatar que se encuentran en buen estado.
Galdón y su familia han seguido con su plan, continuando su periplo veraniego navegando y ayer por cuatro euros, les conminaron a cenar un maravilloso menú típico albanés.